Evaluación integral de la situación de la marca aplicando el método propio RP All-Around®, que combina análisis estratégico, auditoría de comunicación y revisión de operaciones clave. El resultado es una radiografía clara de fortalezas, debilidades, riesgos y ventajas diferenciales.
Entrevistas estratégicas, sesiones de trabajo con el cliente y revisión de fuentes primarias y secundarias mediante investigaciones cuali-cuantitativas. Este proceso permite identificar el contexto competitivo, el comportamiento del consumidor y las oportunidades reales de mercado.
Diseño de un plan estratégico enfocado en objetivos medibles y sostenibles. Incluye definición de la propuesta de valor, optimización del mix de marketing, diseño de acciones tácticas y establecimiento de KPIs para seguimiento y control.
Acompañamiento activo en la ejecución de las acciones definidas, asegurando que las estrategias se implementen con coherencia, calidad y dentro de los plazos. Se integran herramientas de gestión y monitoreo para garantizar que los resultados se alineen con las metas establecidas.
Muchos clientes llegan después de probar agencias que entregan piezas desconectadas y resultados inconsistentes.
Nosotros trabajamos al revés: pocos proyectos, dirección centralizada y coherencia total. Cada acción se integra en una estrategia única, diseñada y supervisada de principio a fin.
No importa el tamaño, importa la ambición. Hemos acompañado pymes en crecimiento y unidades estratégicas de grandes compañías. Lo que buscan nuestros clientes es siempre lo mismo: profundidad, foco y resultados.
Un cliente nos dijo: “ustedes no ejecutan primero, entienden primero”.
Por eso cada proyecto sigue tres pasos claros: diagnóstico, estrategia y activación. La diferencia es que todo pasa por un mismo criterio consultivo, evitando la fragmentación de múltiples proveedores.
Depende del alcance, pero un trabajo integral de marca suele tomar entre 12 y 24 semanas. Lo importante no es solo el plazo, sino que cada etapa tiene entregables concretos, visibles para el cliente.
No trabajamos con paquetes. Definimos presupuestos según objetivos estratégicos y nivel de dedicación. El principio es simple: cada euro invertido debe sostenerse en resultados, ya sea en crecimiento, eficiencia o posicionamiento competitivo.
Colaboración y apertura. Los proyectos más sólidos se logran cuando el cliente comparte información clave y participa en las decisiones. Eso nos permite pasar de ser un proveedor a convertirnos en un socio estratégico del negocio.